Una tarde con uno de los mejores cocteleros del mundo
Hola amigos, vamos con un artículo sobre coctelería que siempre es interesante. Quería contaros que hace cosita de un mes tuve la oportunidad y el gran placer de pasar una tarde con Simone Caporale, una auténtica eminencia en el mundo de los cócteles. Estuvimos charlando y practicando. Tuve ocasión de extraer muchísimo de él, me quedo con un aprendizaje valiosísimo y aprovecho para reflejar algo de esa tarde aquí, así lo difrutáis también vosotros.
Un licor fuera de serie
Uno de los productos con el que más experimentamos fue el Italicus. Ya habíamos mencionado brevemete este producto en un artículo de mi otra web, en la que os contaba sobre la formación en cócteles que viví en Sevilla el pasado invierno (míralo aquí). Ahora vamos a profundizar. A descubrir este licor italiano, que llega para convertirse en la estrella de los aperitivos.
Reinventando el aperitivo
Aunque hubo un tiempo en que el Rosolio parecía pasar como a segundo plano, recientemente ha empezado a coger fuerza de nuevo. Italicus nos sorprende con una complejidad de cítircos fresca, floral y aromática, con toques de rosa y lavanda. Las notas del paladar son cíticas, una ligera amargura, con un acabado complejo y durardero.
La tradición mantuvo vivo el Rosolio
Pese a aquella aparente desaparición que comentábamos antes, el Rosolio nunca llegó a extinguirse, manteniéndose como una tradición familiar en muchas partes de Italia.
La familia de Giuseppe Gallo tenía sus propias recetas. Recetas hechas con limones o fresas silvestres cogidas a mano cerca de su casa en la costa de Amalfi.
Desde el principio, el objetivo de Italicus fue crear un espíritu con procedencia excepcional. Todos los ingredientes son 100% italianos, cada uno de su región: bergamota de Calabria, cedro de Sicília, manzanilla de la Toscana, lavanda, genciana, rosas amarillas y melissa del Piamonte. Hasta el casquillo y la botella se fabrican en Italia.
Cómo se hace
Italicus se elabora mediante maceración y destilación, tres extractos separados son creados utilizando los tres ingredientes: rosolio, bergamoto y cedro. Estos productos botánicos se maceran durante una semana, para ser luego destilados en una olla de cobre. Para los extractos de cítricos, las cáscaras son prensadas en frío de forma independiente y después se destilan. Un proceso suave y cuidadoso mezcla posteriormente estos hermosos extractos con azúcar de caña natural, licores italianos de grano neutro y agua pura.
Bergamota de Calabria
De todos los rosolios de la familia Gallo, el más memorable es el realizado con bergamota fresca, traída de Calabria, zona donde la familia solía veranear. Allí se escogía la bergomaota de los árboles dentro del área protegida para Bergamoto en Calabria. Es esta fruta maravillosa la que da el sabor predominante a Italicus.
Cedro de Sicília
En el siglo XVI, Sicília adoptó la tradición del rosolio proveniente del norte , incorporándole su propia gama de sabores úncos. Sicília es famosa por sus excepcionales cítricos entre los que destaca el cedro. Una fruta grande y fragante.
Conclusión
Un producto realmente excepcional que nos da mucho juego a la hora de crear cócteles sorprendentes. Gracias a Simone, un placer y un honor compartir esa tarde de aromas y enseñanzas con él.
Hasta el próximo post «amici».